viernes, 7 de noviembre de 2014

COMUNIDAD FAMILIA-ESCUELA

   En el último trabajo expuesto de la asignatura de sociología de la Educación se ha abordado el tema  de la Comunidad Familia-Escuela en el que nos centraremos en la participación de la familia en las escuelas, ya que consideramos que se trata de un aspecto relevante y a tener muy en cuenta dentro de la educación para conseguir que entre tanto padres como profesores se busque la mejor educación posible para sus hijos y/o alumnos.

   En esta línea podemos decir que este hecho en España comenzó a surgir en hacia 1825 con el Plan de Escuelas, reconociéndose a nivel nacional la participación de los padres en el colegio formando las denominadas "Juntas Escolares de Pueblo", un órgano de base sobre la gestión educativa de los centros sobre su alumnado. En la Constitución actual de 1978 ya se hacía referencia a este asunto y  es la LOE (Ley Orgánica de educación de 2006) la que más hincapié ofrece señalando que entre la comunidad educativa y la ayuda de las familias deben constituir un elemento esencial y necesario que promueva una educación de calidad con equidad. Pero claro esto es muy objetivo, ya que todos los padres no tienen las mismas intenciones existiendo confrontaciones entre ellos a la hora de llevar el control de un centro de una forma u otra.

   Sabemos que los padres y las madres de los alumnos son los principales responsables de la educación de estos a lo largo de su infancia, juventud y adolescencia, pero, a partir de una cierta edad, es verdad que parte de esta responsabilidad se delega sobre los profesores de las escuelas que deben, además de enseñar conocimientos, transmitir y educar en valores.

   En esta relación familia-escuela, la familia tiene dos formas de participar en el colegio: la primera es relacionándose directamente con los profesores de sus hijos en las famosas, y a veces peligrosas, tutorías, y la segunda es a través de asociaciones específicas de madres y padres de alumnos, como el caso del AMPA, y/o del Consejo Escolar, órgano obligatorio de un centro educativo formado por el equipo directivo del mismo, profesores, alumnos, padres y un representante político de la localidad, en el cual se toman decisiones deliberadas sobre la admisión de alumnos, se aprueban y evalúan las programaciones generales anuales y las memorias anuales de los centros desarrolladas por el propio equipo directivo, se valora el funcionamiento del centro y la evolución de su rendimiento académico, y otras muchas más funciones. 

   A pesar de la importancia de la participación de la familia en la escuela y de la buena relación y comunicación entre estos dos elementos básicos para una educación eficaz sobre los alumnos, conlleva una serie de problemas.

   Uno de los inconvenientes puede ser la especificidad de los aprendizajes, sobre todo, cuando los niños se encuentran en la educación infantil o primeros años de primaria, ya que son una etapa importante en la vida de los niños al vivencias nuevas experiencias dentro y fuera del centro escolar. Por ello, suele ser muy conveniente que los profesores pidan la colaboración de los padres para hablar de los tipos de aprendizaje conseguidos anteriormente de esta etapa para no llegar a confundir al niño. Otro problema interesante, relacionado con el anterior, es la complementación de la labor educativa en el niño entre profesor y padre-madre, es decir, como ya hemos dicho antes, es necesaria esta comunicación mutua para que las experiencias que transcurran dentro del horario escolar tengan una continuidad con las vivencias familiares y comunitarias.

   Y tratando estos problemas desde nuestra propia experiencia y la de compañeros nuestros, podemos decir que cuánta mayor implicación exista de nuestros padres en el proyecto educativo del colegio, mejores serán los efectos sobre nuestra persona, lo que podría conllevar a unas mayores facilidades de alcanzar una educación de calidad en cuanto a responsabilidad y comportamiento se refiere. Y siguiendo en esta línea, en un futuro haber recibido una buena acción educativa por parte conjunta de profesores y padres/madres podría verse reflejada en una educación de calidad respecto a conocimientos, aprendizaje, donde el propio estudiante es el factor más importante sobre el que recae toda su responsabilidad y “ser alguien en la vida”.

   Coincidiendo con nuestra postura, Garreta (1995) en el documento oficial de la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) señala que a lo largo de los años ha ido habiendo una mejora en la participación de los padres en los centros educativos, tendiéndose a participar en mayor media cuando los hijos son más pequeños en los cursos de educación infantil y primaria, para alejarse conforme los niños van creciendo. Además, puntualiza y reseña que cuando existe comunicación y una estructura participativa de los padres en las escuelas, existe más probabilidad de que se siga dando en la etapa de secundaria, ya que consideran este factor un elemento muy importante en el desarrollo escolar de sus hijos.
   Es decir, que posiblemente la razón de convertirse en un buen estudiante recibiendo una educación ejemplar viene desde bien lejos, desde su infancia, con la importante labor de profesores y padres sobre éste, además de la entrega y el esfuerzo del propio joven para estudiar y sacar hacia delante los cursos.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

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